Fragmento de mis Notas abigarradas:
Miro en mi interior, y ¿qué veo? Una ciudad, lo mismo que cuando miro hacia afuera, a través de la ventana. Parecen iguales, como si una de las ciudades fuera en realidad el reflejo de la otra en un espejo invisible, pero no sé cuál es cuál. Porque, si bien describo la «ciudad interior», con sus habitantes y sus pequeños incidentes cotidianos, ¿quién puede asegurar que aquellos no existen también en la «ciudad exterior», esa que veo extenderse delante de mí hasta el horizonte, por más que no los haya visto, ni que me hayan relatado cosas como las que yo relato?